Propuestas personalizadas para cada caso, el gran diferencial de Sildan para ofrecer seguridad

Desde nuestros inicios, Sildan ha buscado trabajar por la seguridad de forma comprometida, atendiendo a las necesidades de cada cliente. En ese camino, elaborar la mejor propuesta, pensada especialmente para cada situación, se ha transformado en nuestro gran diferencial.

Para Gastón Volonterio, director de Sildan, no importa si se trata de un gran empresario o de alguien que quiere mejorar la seguridad de su casa: todos merecen la misma rigurosidad y los mismos relevamientos para que la propuesta en seguridad sea la indicada para sus casos específicos

El tema de las respuestas personalizadas empezó incluso antes de que se formara Sildan. Ya de antes tenías claro que la seguridad no era ofrecer un paquete armado. ¿no?

G.V.: Empecé trabajando en seguridad en el año 88, en los boliches. Y en el 98 se hizo una regulación específica para guardias de seguridad de boliches. La empresa tenía que cumplir con algunas cosas que pedían; y ahí, yo fui el primero que lo regulé. Fui encargado de W, después me llamaron de boliches más grandes; entonces, dejé un encargado en W, e iba un rato a cada lado. Y cuando tenía 10 boliches y no podía ir un rato a ningún lado. Cuando abrió Montevideo News, por decirte algo, me quedé con toda la parte de seguridad, de estacionamiento y de un valet parking que tenía afuera. Fui generando como una red. A poner encargados, supervisores. Aparte también hacía fiestas: La Fiesta de la X, El Abrazo, los Pilsen Rock, que movían 80.000 personas y había que manejarlo. 

Para ahí, yo ya me encargaba del armado y de todo. Porque la seguridad no es solo ir y poner una persona parada en una puerta. Tenés que hacer un relevamiento, estudiar, tener las puertas de salida de emergencia. Después de hacer los Pilsen Rock, la multinacional a la que pertenece FNC, me llamó para que fuese a hacer los Pilsen Rock en Paraguay. Cuando llegué a Paraguay, una semana antes del evento, habían armado un escenario y no había puertas de salida de emergencia. Y les dije: “Yo no voy a ser encargado de esto que no tiene salida de emergencia”. Era todo un muro alto, sin salidas de emergencia: si había una estampida, se morían todos. Entonces arreglamos de tirar unas paredes abajo, y después volver a levantarlas. Todo eso es un trabajo que no es parar un tipo en una puerta cruzado de brazos. Eso es la diferencia entre una empresa que se compromete, que va y hace una revisión de que las puertas de emergencia no estén con candado, a una empresa que te cobra mucho más barato, te pone el tipo de brazos cruzados y chau. Pero todo eso cuesta: porque perdés tiempo haciendo un relevamiento, los handys para comunicarse cuestan una fortuna. 

En lo que es eventos, nosotros llevamos termos de café para los guardias, porque pasan seis, siete horas afuera. Les damos media hora de descanso. Y si es muy largo el horario se le da algo de comer. Hay un pienso y una propuesta.

A la hora de la seguridad, entonces, no se puede pensar solo en términos de plata…

G.V.: Va en muchas cosas. Y la gente no lo toma en cuenta hasta que no pasa algo.

Hoy por hoy, cuando hablamos de seguridad hay como una visión integral, ¿no? 

G.V.: Cuando empecé los barrios, empecé a generar tecnología. En Los Olivos estoy hace 12 años. Y fue ahí donde empecé a ver que se necesitaba tecnología. Pusimos las primeras cámaras, armamos una oficina de monitoreo dentro de los barrios. Y aparte de ese monitoreo está conectada a la sala de monitoreo de nuestra empresa. Si el guardia que está mirando las cámaras en el barrio tiene que salir a hacer una respuesta de algo, avisa a la empresa y en el centro de monitoreo de Sildan se ocupan de mirar las cámaras para que quede todo cubierto. 

La seguridad había que pensarla para el barrio. Pero nos pasaba que había casas en los barrios que tenían alarmas de otras empresas. Hoy incluso uno de los barrios te exige que tengas alarma con la empresa que hace la seguridad. Eso da una respuesta más rápida y el sistema funciona mucho mejor. Ahí generamos todo un paquete. 

Pero fue a raíz de eso también que empezamos a vender alarmas afuera. El mejor software que hay hoy en Sudamérica lo tenemos nosotros. Fuimos integrando a la seguridad física la parte electrónica, y te diría que hoy es un 50 y 50. Eso es lo que ofrecemos nosotros. 

Por lo que vos me decís, entonces no es “tengo este paquete” y te lo mando. Hay un pienso. Y no importa para qué tipo de cliente, chico o grande, negocio u hogares, para cada uno hay una solución…

Hay que hacer un relevamiento y ver qué corresponde. El cliente te puede decir que con tal cosa se arregla. Pero después te puede decir que no le funcionó, y la culpa cuando lo roban no es de él. Entonces va una persona de Sildan, hace el relevamiento a quien sea, no importa si va a gastar 400 o 400.000 dólares, se habla con el cliente sobre lo que quiere, se le explica lo que se va a hacer, y de ahí sale un presupuesto.